Fuente: Hoy.es
Han excavado 9.000 metros cúbicos de tierra, se ha descubierto un desagüe abandonado de principios de siglo, se ha hecho un túnel con 25 bloques de hormigón de 12 toneladas cada uno, se han reforzado dos colectores que llevan las aguas fecales de un tercio de la ciudad y se han usado 800 metros cúbicos de hormigón. En total, la reparación ha exigido tres meses de trabajo desde que la tierra se tragó un camión en el Paseo Fluvial y casi un millón y medio de euros de gasto, pero dentro de diez días la obra finalizará y este cruce volverá a la normalidad.
El anunció de la desaparición del socavón de 300 metros cuadrados lo realizó ayer el alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, que visitó las obras. En ellas felicitó a las empresas participantes en la reparación, ya que, según el primer edil, han tenido muchas complicaciones, pero se han solucionado y ante todo, ha primado la seguridad para evitar accidentes.
El alcalde también hizo hincapié en que, a pesar de la gran dificultad de la obra, en ningún momento se han producido restricciones de agua, ni de gas, ni de fibra óptica. Por último, Celdrán anunció que en diez días se restablecerá el tráfico en la zona. Eso sí, adelantó que este cruce sufrirá una reordenación en el futuro, ya que el Ministerio de Fomento planea la construcción de una rotonda. Por el momento, sin embargo, no hay fecha para esta modificación.
El suceso, cuya foto conmocionó a los vecinos, tuvo lugar debido al hundimiento de dos colectores antiguos. Como consecuencia de esa rotura se produjo un socavón (perdida de tierra debajo del asfalto) y el suelo no resistió el peso del camión. Tras sacar el vehículo del hueco, el primer paso de la obra fue excavar hasta 10 metros de profundidad para ver donde estaba el origen del problema. Una vez llegada a esa cota, y detectada la avería, trazaron un plan de intervención.
La solución fue hacer un canal hasta el Caño de la Cambota a través de un túnel formado por cajones hormigón que encauza los colectores rotos para que, en ningún momento, vuelva a haber filtraciones y se produzca una nueva avería. Según el director de la obra, Juan José Gómez García, esta estructura puede mantenerse durante 50 o 60 años sin dar problemas. La mayor dificultad de esta reparación ha sido trabajar con la salida de las aguas fecales de un tercio de la ciudad saliendo por ese punto. Según el director de la obra, en los días de lluvia, el caudal pasaba de 200 litros/segundo a 1.000 litros/segundo por lo que tenían que parar la obra.
«Ha sido una obra de ingeniería preciosa y ha habido que tirar de ingenio para solucionar los problemas», afirma el responsable de la misma. Otro de los obstáculos a los que se ha enfrentado han sido las 'sorpresas'. Entre otras, la aparición de un colector que ni siquiera sabían que existía y que ha sido clausurado y el mal estado de los otros dos desagües. Para solucionar esta última preocupación, han sido reforzados. «Estaban en muy malas condiciones, así que hemos usado un material sintético que se va hinchando hasta que llega al final del canal, luego se aumenta la temperatura y este material se solidifica, se pega a la tubería vieja y es una funda de una dureza tres veces superior al hormigón», explicó Juan José García.
Para concluir, se ha hormigonado y se ha cubierto el socavón con zahorra artificial, garbancillo y tierra vegetal. En los próximos días, se pondrá el aglomerado, el acerado y se montarán los jardines.
Puede volver a ocurrir
El director de la obra admitió que la misma había superado cualquier previsión inicial. «No sabíamos lo que había allí. El colector de Santa Marina vertía en el viejo y éste en el Caño de la Cambota. Había un 'fregao' de colectores y no se sabía ni por donde iban».
El problema ahora es que este experto da como «seguro» que en Badajoz pueda volver a ocurrir un incidente similar, ya que hay puntos donde no se sabe lo que hay debajo.
La obra ha costado 1,5 millones de €
Han excavado 9.000 metros cúbicos de tierra, se ha descubierto un desagüe abandonado de principios de siglo, se ha hecho un túnel con 25 bloques de hormigón de 12 toneladas cada uno, se han reforzado dos colectores que llevan las aguas fecales de un tercio de la ciudad y se han usado 800 metros cúbicos de hormigón. En total, la reparación ha exigido tres meses de trabajo desde que la tierra se tragó un camión en el Paseo Fluvial y casi un millón y medio de euros de gasto, pero dentro de diez días la obra finalizará y este cruce volverá a la normalidad.
El anunció de la desaparición del socavón de 300 metros cuadrados lo realizó ayer el alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, que visitó las obras. En ellas felicitó a las empresas participantes en la reparación, ya que, según el primer edil, han tenido muchas complicaciones, pero se han solucionado y ante todo, ha primado la seguridad para evitar accidentes.
El alcalde también hizo hincapié en que, a pesar de la gran dificultad de la obra, en ningún momento se han producido restricciones de agua, ni de gas, ni de fibra óptica. Por último, Celdrán anunció que en diez días se restablecerá el tráfico en la zona. Eso sí, adelantó que este cruce sufrirá una reordenación en el futuro, ya que el Ministerio de Fomento planea la construcción de una rotonda. Por el momento, sin embargo, no hay fecha para esta modificación.
El suceso, cuya foto conmocionó a los vecinos, tuvo lugar debido al hundimiento de dos colectores antiguos. Como consecuencia de esa rotura se produjo un socavón (perdida de tierra debajo del asfalto) y el suelo no resistió el peso del camión. Tras sacar el vehículo del hueco, el primer paso de la obra fue excavar hasta 10 metros de profundidad para ver donde estaba el origen del problema. Una vez llegada a esa cota, y detectada la avería, trazaron un plan de intervención.
La solución fue hacer un canal hasta el Caño de la Cambota a través de un túnel formado por cajones hormigón que encauza los colectores rotos para que, en ningún momento, vuelva a haber filtraciones y se produzca una nueva avería. Según el director de la obra, Juan José Gómez García, esta estructura puede mantenerse durante 50 o 60 años sin dar problemas. La mayor dificultad de esta reparación ha sido trabajar con la salida de las aguas fecales de un tercio de la ciudad saliendo por ese punto. Según el director de la obra, en los días de lluvia, el caudal pasaba de 200 litros/segundo a 1.000 litros/segundo por lo que tenían que parar la obra.
«Ha sido una obra de ingeniería preciosa y ha habido que tirar de ingenio para solucionar los problemas», afirma el responsable de la misma. Otro de los obstáculos a los que se ha enfrentado han sido las 'sorpresas'. Entre otras, la aparición de un colector que ni siquiera sabían que existía y que ha sido clausurado y el mal estado de los otros dos desagües. Para solucionar esta última preocupación, han sido reforzados. «Estaban en muy malas condiciones, así que hemos usado un material sintético que se va hinchando hasta que llega al final del canal, luego se aumenta la temperatura y este material se solidifica, se pega a la tubería vieja y es una funda de una dureza tres veces superior al hormigón», explicó Juan José García.
Para concluir, se ha hormigonado y se ha cubierto el socavón con zahorra artificial, garbancillo y tierra vegetal. En los próximos días, se pondrá el aglomerado, el acerado y se montarán los jardines.
Puede volver a ocurrir
El director de la obra admitió que la misma había superado cualquier previsión inicial. «No sabíamos lo que había allí. El colector de Santa Marina vertía en el viejo y éste en el Caño de la Cambota. Había un 'fregao' de colectores y no se sabía ni por donde iban».
El problema ahora es que este experto da como «seguro» que en Badajoz pueda volver a ocurrir un incidente similar, ya que hay puntos donde no se sabe lo que hay debajo.
La obra ha costado 1,5 millones de €